martes, 7 de abril de 2015

Principios básicos para la voz cantada.


   Buscando partituras entre cantidad de folders que he ido acumulando, me encontré con una hoja que me regaló mi hoy amiga Vanessa Vera que hace aproximadamente diez años era mi profesora de canto antes de entrar a la Escuela Nacional de Música hoy Facultad de Música de la UNAM. Esta hoja contiene una serie de preguntas que me parecen interesantes, algunas de ellas se las he formulado a mis alumnos principiantes, no sé cómo haya sido recopilada esta información, no tengo la fuente, pero es un hecho que puede ser un punto de referencia para investigar y profundizar en las respuestas, complementarlas e incluso refutarlas, pero para una persona a la que le interesa obtener  información prontas y sin tanto embrollo puede ser de mucha utilidad, por lo tanto proporcionaré el escrito tal cual. 

¿Cómo está formada la garganta?

La garganta, técnicamente llamada faringe, es un tubo muscular revestido por una membrana mucosa, que mide aproximadamente 13 cm. de largo y se extiende desde la parte posterior de la fosas nasales hasta el esófago, la faringe forma parte de dos aparatos  distintos: el respiratorio y el digestivo. A través de ella pasan tanto el aire como los alimentos y es increíble que lo hagan sin confusión y contratiempos.

   En la faringe se distinguen tres regiones. La más alta, la que queda situada detrás de las fosas nasales, se llama nasofaringe; aquí es donde el aire y las secresiones de la nariz y de los senos nasales comienzan su descenso. La región media, la bucofaringe, es la más ancha; está justo detrás del paladar blando y es la parte donde convergen el paso del aire y la comida. La laringofaringe, que es la porción inferior de la garganta, se preparan las vías respiratoria y digestiva; como al bifurcarse se cruza, podría esperarse que el agua o los alimentos se fueran por el camino equivocado con más frecuencia de lo que lo hacen. El trayecto del aire se desvía hacia adelante para alcanzar la alringe, donde se encuentran las cuerdas vocales, y de ahí continúa a la tráquea y los bronquios hasta llegar a los pulmones. Paralelo a la tráquea, por detrás de ella, corre el esófago, que termina en el estómago. 





¿Qué es la epiglotis? 

Al final de la faringe se encuentra la faringe que forma parte de las vías respiratorias y el esófago, una de las regiones del tubo digestivo. Estos dos conductos estuvieran abiertos cuando tragamos, el alimento podría introducirse a la tráquea y de ahí a los pulmones. Afortunadamente la laringe queda herméticamente cerrada cuando deglutimos.

   Este mecanismo tan importante que cierra la laringe es la epiglotis, que es una pequeña lengüeta cartilaginosa que sube o baja a manera de una válvula sobre la abertura superior de la laringe. Al momento de tragar, la epiglotis se levanta y esta se desplaza hacia arriba y hacia adelante. Después de cada deglución, la epiglotis se levanta y la laringe vuelve a su posición original reanudándose el flujo normal de aire hacia los pulmones.

¿Qué función tiene la campanilla o úvula?

La campanilla técnicamente llamada úvula (palabra que en latín significa uva pequeña), es efectivamente una pequeña masa de tejido muscular y conjuntivo revestida por una membrana mucosa que cuelga de borde libre del paladar blando. Cuando tragamos, la campanilla se proyecta hacia arriba y hacia atrás contribuyendo a cerrar las vías nasales cuando lo degluten. 

¿Cómo se produce el habla? 

Para hablar se necesita poder emitir sonidos y darles forma de vocales y consonantes, integradas en palabras, los sonidos puros se producen en la laringe u órganos de la voz al hacer vibrar el aire que procede de los pulmones mediante un par de cerdas vocales elásticas. Luego la boca transforma esos sonidos en fonemas y estos en palabras empleando los dientes, la lengua, el paladar, los labios y los músculos faciales.

Cuando hablamos o cantamos, el aire pasa por las cuerdas vocales y las hace vibrar. El tono del sonido emitido depende de la frecuencia de las vibraciones, que podemos variar estirando o contrayendo más o menos las cuerdas mediante un grupo de músculos que mueven los pequeños cartílagos de la parte posterior.

La mayor parte de la gente, habla y canta sin preocuparse de cómo se produce determinado sonido, pero los cantantes profesionales y los actores están perfectamente conscientes de cómo tienen que contraer y relajar unos músculos y otros para lograr el efecto vocal que desean. Saben, por ejemplo, que acortando o tensando las cuerdas se emiten sonidos de más alta frecuencia, más agudos; en cambio al relajarlas las alargan y producen vibraciones de más baja frecuencia, más graves. Además cuando el aire pasa por ellas más rápidamente y con más fuerza, mayor es el volumen del sonido.

Los sonidos del habla se producen al exhalar el aire. La corriente que pasa por las cuerdas las hace vibrar generando ondas sonoras. Al respirar las cuerdas se separan dejando paso libre al aire que entra o sale de los pulmones; al hablar o cantar se aproximan. La tensión de las cuerdas vocales determinan el tono del sonido. 

Habilidad que comparten los bebés y los cantantes de ópera.

Para cantar ópera se necesitan un buen volumen de aire. Los cantantes profesionales aprenden a llenar al máximo los pulmones expandiendo las costillas inferiores y bajando el diafragma. Cuando exhalan este aire transformado en notas, la voz surge potente, abundante, sin esfuerzo aparente. En cambio cuando aire proviene de una inhalación superficial, la voz carece de resonancia y control y puede causar ronquera. Los bebés cuando lloran usan el diafragma como los cantantes de ópera, pero esa habilidad se pierde en la niñez y los que se van a dedicar al canto tienen que volver a adquirirla. 

Inspirar...Espirar
La respiración correcta favorece el bienestar

Una respiración demasiado superficial reduce el nivel de oxigeno inhalado y con él la energía corporal. En situaciones de estés, nervios o cansancio, ayuda una correcta respiración. Después de inspirar, mantega la respiración durante un tiempo y después, con la boca ligeramente abierta, espire despacio hasta agotar el aire.

El bostezo 

Cuando nuestro cerebro necesita más oxígeno nos invade el irresistible deseo de bostezar. Entonces abrimos la boca lo más posible y respiramos profundamente.

Liberar presión: Suspirar  guarda cierto parecido con el fenómeno del bostezo. Cuando bostezamos, tomamos aire inconscientemente con la boca abierta y lo expulsamos después despacio. Al suspirar, aspiramos también mayores cantidades de aire que en la respiración normal y luego lo soltamos, pero con mayor presión y con la boca menos abierta.

Preparado para pensar: Si el cerebro reacciona ante la falta de oxigeno disminuyendo su actividad, se podría deducir lo contrario, es decir, que hay que suministrar suficiente oxigeno cuando se quiere que le cerebro rinda al máximo. Efectivamente, con aire fresco se piensa mejor, que en una habitación con aire viciado. Por otra parte, se puede suministrar más oxigeno al cerebro mediante ejercicios de respiración que además producen un efecto relajante. Para que el cerebro pueda concentrarse por completo en su tarea.


Los cuatro pares de senos nasales. 
¿Dónde se localizan los senos nasales y qué función tienen? 

Los ocho senos nasales o paranasales, no son más que cavidades aéreas que se encuentran en el espesor de cierto huesos del cráneo aligerando su peso; además, los senos aumentan la resonancia de la voz, suele deberse la hermosa voz de los cantantes de ópera.  

El primer par de senos nasales, se localizan justo encima de las cejas senos frontales; el segundo a los lados del puente de la nariz senos esfenoidales; el tercero detrás de la nariz en la profundidad de cráneo senos esfenoidales; y el cuarto par el más grande, a la altura de los pómulos senos maxilares. Todos ellos están revestidos por una membrana mucosa que se continúa con la que tapiza la nariz y la garganta. Cuando la nariz no puede producir suficiente moco, los senos proveen el que hace falta. 



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